jueves, 15 de noviembre de 2007

Mañanas Ramoneras

La mañana estaba tullida. No venía de ningún modo. Arrancó con cielo despejado, mínima probabilidad de lluvias, 60% de humedad y vientos leves. Ramona siempre tuvo problemas con el despertador. Nunca supo si son de origen psíquico o auditivo. Lo que si sabe es que no comulga con la terapia y jamás visitó a un otorringolaringólogo. ( Siempre le pareció difícil pronunciar esa palabra: oto-riño, otorringo, ornitorrinco...) Las mañanas tienen mala reputación y mejor echarle la culpa a la humedad, no vaya a ser cosa, señora y dueña de nuestros pesares. Sin embargo, esa mañana, si le chupabas un dedo ya no sabía a metal. Después de una ducha, el día arrancó con creces. Se pintó las uñas de otro color, meditó con acetona ( con el quita-esmalte me hago un souflé...). La armonía le quedaba pintada, apretadita a la cinturita. Agarró un bolso de "Sara Kei" y salió murmurando.
Después de todo, la mañana no fue perfecta. Como diría Bretón, el equilibrio humano es completamente relativo, puesto que la asimilación funcional que caracteriza a los seres vivos termina cuando las condiciones favorables cesan, y siempre lo hacen.
Nota: las baldosas de la ciudad autónoma de Buenos Aires son peligrosas. En un rango de 2 cuadras, 10 nos atacan. Segundo a segundo, como soldaditos vietnamitas "attack and dissapear".Pisada, splash!, pisada, splash!, derecha splash!, izquierda, splash! derecha izquierda... splash! Ramona recibió varios escupitajos del suelo.
Una vez dentro del edificio, o trinchera, le resultó simpático. Hasta pensó que las baldosas le hablaban, tenían boca y escupían por ser pisadas o abandonadas por los porteros.Una de ciencia ficción bananera: baldosas que escupen material radioactivo.

lunes, 15 de octubre de 2007

Los Beatles

"One, two, three, four
Can I have a little more?
A, B, C, D
Can I bring my friend to tea?"
Ramona se rasca las bolitas del pie. Saca la resaca de algodón negro, la amasa. Mil estafas en cursos de bricollage. " Odioso ocio d-o-m-i-n-g-u-e-r-o", repite lento y modulado. De fondo suena B B King, a Ramona no le gustan sus tocayos y a mi el blues me sienta bien.
Desde chica tengo un especial sentido contemplativo. El trajín diario en el micro del colegio significaba un viaje. Un tour hacia una fotografía, eso era la ventana a través de la velocidad que tomaba el cuadrúpedo mecánico. No importaba la repetición de insultos arcaicos: caca, pito. Tampoco la reunión de burako para juntar fondos. Y ahí estaba yo otra vez, leyendo ambientes, en boca cerrada no entran moscas.
Pepa no habla, canta. Lo hace mal, tan mal que hago de cuenta que no existe por un lapso de tres minutos. En el caso de un disco entero, Pepa es asesinada por 80 minutos. Imagino que la enveneno con k-otrina. Después la retuerzo integra y juego con sus partes. Así, como Ramona y sus pelusitas. Tan dúctil la pepa, Barbie Atlanta 96´.
Percibo que hace falta algo. Un hommo sapiens sapiens. Como no hay inventé uno ( no sea cosa que el exceso de progesterona nos ahogue). Él se llama Lorenzo, para mi es simplemente Lord Enzo. Ya no somos una trinidad. Ahora somos cuatro. 1, 2, 3, cuatro monumentos a la carne. Hasta podemos jugar a las tortugas ninjas ( Confieso: cuando sea grande quiero tener cuatrillizos: Leonardo, Rafael, Miguel Ángel y Donatello). Mejor pensémonos como elementos. Ramona es agua, Pepa fuego, Lorenzo aire y yo tierra. El agua y la tierra son los que más me gustan. El fuego no, me da miedo. Pepa es linda, así como el dúo restante. Yo no lo sé. El espejito que llevaba en la cartera se rompió. Una línea en diagonal, idéntica a la de un electro permite ver mi costado esquizo. De todos modos, puedo mirarme en las vidrieras, aún más, prefiero hacerlo en el agua de las veredas.